Impresiona ver cómo se trabaja luchando contra la exclusión social, pero más aún si al mismo tiempo se realiza una transformación y recuperación del territorio. Esto es exactamente lo que hemos visto en el centro de Génova, donde un espacio que estaba prácticamente abandonado se ha convertido en un centro social y cultural que cuenta también con un huerto urbano. Alrededor de la plaza se desarrollan los proyectos: menores en riesgo social, inmigración y menores no acompañados entre otros.
Génova puede llegar a parecer decadente, quizás es ahí donde radica su encanto. El tejido social está transformando la ciudad y hemos tenido la suerte de compartir un trocito de esto con ellos.
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