jueves, 23 de septiembre de 2021

Nuevas contrataciones de educadoras infantiles en Berlín y unas reflexiones sobre su trabajo allí

 Marina e Isabel fueron de las lanzadas. Incluso con la situación Covid se animaron a embarcarse en la aventura Erasmus. Aquí os dejamos su experiencia que ha finalizado con unos contratos en dos escuelas infantiles distintas. Ahora se enfrentan al reto del alemán (requisito que tienen que adquirir en un año para mantener la contratación). Estas son sus voces:

La experiencia profesional…


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Hablar de las escuelas infantiles en Berlín (coloquialmente llamadas “kita” )  es hablar de un concepto de la educación muy diferente al español.

Por ejemplo, yo (Marina) he podido conocer la metodología berlinesa, en la que se da gran importancia a la autonomía de les niños, incentivándola desde muy temprana edad. Al mismo tiempo, el acompañamiento emocional está siempre presente, si bien no se trata de un acompañamiento con muestras de afecto tan físicas como podemos encontrar en una escuela tradicional española, sino más bien de respetar los ritmos individuales de cada uno y lograr que los niños se sientan seguros y confiados para desarrollar al máximo sus capacidades y tener un desarrollo global óptimo. Aún no dejo de impresionarme cuando veo a las criaturas yendo solos al colegio a muy temprana edad o montando en patinete con 1-2 años. El hecho de que les educadores respeten la individualidad y atiendan a las necesidades de cada niñe, no sólo tiene un transfondo meramente pedagógico para la autonomía de cada niño, sino que se ve acentuado por la diversidad presente en esta gran ciudad. Berlín es un lugar que acoge todo tipo de personas y las invita a convivir en armonía y respeto. También hay una gran conciencia sobre hacer las cosas por une mismo. Por eso, hay  muchas personas berlinesas  que resultan muy independientes, diversas y seguras de sí mismas. Se trata pues, de una confluencia entre lo educativo y lo cultural, bebiendo uno de lo otro, que genera espacios para la infancia interesantes de observar y valorar. 


Para mi (Isabel) tuve la oportunidad de estar en una escuela con metodología Montessori. Fue una experiencia totalmente nueva el ver la gran autonomía que tenían los niños y las niñas al realizar los rituales que se llevaban a cabo. 

El ver cómo los educadores interactuaban siempre con un propósito, facilitando oportunidades y respetando los ritmos individuales de cada uno me hizo tomar una nueva mirada sobre la infancia la cual me gustaría conservar.

Una de las partes que más me llamó la atención es como se demuestra el afecto, siempre desde el respeto y el consentimiento de los niños o niñas.

Los niños y niñas en Alemania tienen una gran importancia a todos los niveles, son considerados el futuro del país por lo que siempre se procura su mayor bienestar. Esta mirada que se tiene sobre la infancia me parece fascinante e importante al mismo tiempo. Pienso que debería ser así en todas partes.

En cuanto al bilingüismo es muy interesante observar cómo evoluciona en los niños y niñas, lo rápido que lo aprenden y  cómo se adaptan fácilmente cuando desconocen el idioma, aun así también se puede observar como hay niños y niñas que no hablan los dos idiomas, aunque entiendan ambos, se sienten más cómodos hablando uno de los dos idiomas.

 

En cuanto a nuestra experiencia personal…


Tanto Isabel como yo decidimos buscar nuestro propio alojamiento. En mi caso, Marina, tuve suerte de encontrar una habitación en un piso de un matrimonio formado por un alemán (que habla español) y una chilena, ambos vegetarianos como yo, muy cerca de la kita y muy amigables. Conseguir una habitación en Berlín es muy complicado, así que me considero muy afortunada por todas las cosas que  me han hecho más fácil estar aquí. Incluso pudimos compartir paseos y actividades fuera de casa y me enseñaron un poco la ciudad, dentro de lo permitido por las restricciones del Covid-19. Vivir “sola” me ha permitido salir de mi zona de confort en un país muy diferente y superar miedos y autolimitaciones. No siempre ha resultado fácil, pero sin duda ha sido una experiencia que me ha hecho crecer y que quiero que continúe. Ahora me siento capaz de ir a casi cualquier lugar que me proponga. 

 

Yo, Isabel, encontré una habitación en un hotel que fue reformado debido al covid a una especie de residencia de estudiantes. Todas las personas que se encontraban aquí eran alemanas, pero eso fue una gran oportunidad para mejorar mi inglés y empezar a aprender un poco de alemán. En este punto ya se las palabras más utilizadas en mi kita y puedo entender el contexto de las conversaciones!!

Tuve mucha suerte de encontrar este lugar tan cerca de mi escuela y lleno de vida además de conocer una persona aquí con la que he trabado una bonita amistad. Me siento muy agradecida y contenta con esta oportunidad.

La situación con el corona no me frenó para tomar la decisión de venir aquí.

Berlín me enamoró desde un principio aún con todas las restricciones, y ver como ahora se abre poco a poco me motiva más a quedarme.

Evidentemente no todo son buenos momentos ni nada es perfecto, para mi fue muy difícil salir de mi zona de confort y encontrarme en un país con un idioma y cultura tan distintos, también el vivir por primera vez como era una experiencia laboral entre otras muchas cosas.

Aún con todo esto recomiendo la experiencia ya que te hace crecer y aprender muchas cosas nuevas.







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