jueves, 26 de junio de 2025

GÉNOVA: La experiencia Erasmus es algo que tienes que hacer al menos una vez en tu vida.

La experiencia Erasmus es algo que tienes que hacer al menos una vez en tu vida. 

Te dicen que sales de tu zona de confort pero, lo que no sabes es que, después de salir de esta encontrarás una nueva familia y una nueva vida de la cual no querrás olvidarte nunca

 Génova es un destino maravilloso, lleno de luz y de personas increíbles. Os recomendamos que, aunque los días del principio cuesten, no tiréis la toalla y os intentéis relacionar lo máximo posible con la gente y crear grupo. 

 Nuestra experiencia ha sido maravillosa, siempre sintiéndonos acogidos por la gente y conociendo a personas maravillosas. 

 Yo, Aitana, he hecho las prácticas en dos pisos de menores, los cuales han sido una familia más para mi. Son unas prácticas maravillosas y, aunque haya días difíciles, al final la experiencia es increíble. Te conviertes en una más de esa gran familia. Te sientas todos los días con ellos a compartir su día a día, comes con ellos, haces los deberes con ellos, les acompañas a las extraescolares, etc… te vuelves una más. 

 Yo, Alexandra hice las prácticas junto a Dani en “il Cesto”, un lugar increíble, con compañeros de trabajo increíbles, y con recursos increíbles, me sentí acogida desde un principio por todos (tanto niños como profesionales). Te ponen todas las facilidades del mundo. Te dedicas a jugar con ellos como “via de escape” a hacer deberes, y cuando se acerca veranito estáis en la playa, piscina, parque etc. Hay muchos voluntarios de todos los países del mundo a vuestro lado donde todos os encontraréis en la misma situación y os apoyáis los unos en los otros. También, el “il Cesto” ha sido una segunda familia para mí, y no me gustaría daros más detalles porque es mejor que lo viváis para que lo podáis entender mejor. No tengáis dudas en hacerlo, tiraos al vacío. Es una experiencia increíble en la que aprenderéis un montón y sobre todo os divertiréis (pd: el idioma no es ninguna barrera). 

 Yo, Daniel hice las prácticas en el centro di aggregazione ”Il Cesto”. Allí no solo me hice mis prácticas y me formé como profesional, sino que, al igual que mis compañeras, encontré un lugar al que llamar casa. Tanto compañeros como los propios menores que forman parte del centro me hicieron sentir muy acogido y muy, muy feliz. El centro se ubica en el casco histórico de la ciudad, donde existe una vida en comunidad y un movimiento social que, personalmente, nunca había conocido. Sencillamente, es precioso. Estas prácticas no son maravillosas solo por la ubicación del centro, sino por los profesionales que lo conforman. Se asemejan más a una familia que a un equipo de trabajo y siempre te hacen sentir que eres uno de ellos, incluso si no habláis en el mismo idioma. Il cesto es único, repetiría esta experiencia mil veces.








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