![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg8pLhnSQ8pSaDDU6rrMzXkSs3emJC71YnycaO73lUbhw7qgNBD3OLpHk5ueVq7potZjFkN64_87Y2VQ-PHB7ip7YszxbJlGVXIjkSzxKd4hYi7H1wK31_vRAjPnihkX56akzwIJc5JC0_K/s320/IMG_20180503_153323.jpg)
Cuando llegué a Berlín y empecé a ver todos esos carteles en
alemán pensé que había cometido una locura. Se me ocurrió hablar con los
educadores de la escuela para que me facilitaran el certificado en prácticas y
poder así sacar el abono mensual para ir a visitar algún sitio antes de empezar
las prácticas, ya que en mi caso, fui con una semana de antelación para conocer
la ciudad.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiKBDKVuZ11vZFJohyphenhyphennAhPo8nj5cHAVSG1dnggYT1dZoXibzPTncV8RVGsJrmpWNUB1HJONoclXASINJ4KBL8lY73Xe4l7iveZFM6G-DtnFNaZqABZpBgMa9sBHZsiOWAkFJyQp2mX-UJt3/s320/IMG_20180503_153332.jpg)
Tras esta primera e intensa semana comenzaron mis prácticas
en una Escuela Infantil bilingüe español-alemán.
Los primeros días de adaptación fueron geniales, me acogieron como una más y los niños, a pesar de hablar en alemán y no entenderles mucho eran encantadores. Lo gracioso es que al principio me volvía loca oyéndoles a todos hablar en alemán mientras pensaba de nuevo que era una locura. Pero, para mi sorpresa, según fueron pasando los días, cada vez entendía más a los niños, y ellos cada vez aprendían más a hacer que tú les entendieses. Mi grupo se llamaba Los Indios y a ellos les debo estar tan satisfecha de esta gran experiencia, yo no enseñé nada a esos niños si no que ellos me lo enseñaron todo. A día de hoy han pasado 15 días desde que me fui y ya les echo profundamente a todos de menos, a todos, sin olvidarme de la maravillosa ciudad de Alemania, Berlín.
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