Para nosotros, el inicio de las prácticas gracias a las becas Erasmus+ que nos concedieron fue como el inicio de una nueva aventura. Sin saber francés nos íbamos a un sitio en el que casi nadie hablaba apenas inglés pero aún así, con optimismo, no teníamos miedo de no poder comunicarnos, simplemente íbamos con la idea de que íbamos a aprender. Y así ha sido, ahora mismo los dos podemos defendernos perfectamente en francés sobre temas cotidianos y algunos más específicos incluso, como la cocina y la carpintería, por mencionar algunos.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgc2jpiCjp8OmAAAV-I9aAYQy9JMag5YVyjeDq3xFno_tYRKFW64C8_kSC2x9z0sOuRvQuwkR0JnZmWaml5weL2hQ5ikIHAKmS57dk-SFH3L4UIEvd-eH74DxZS7Qmjj46jAU2EEbqq9R0e/s320/IMG_20180314_072912.jpg)
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEihrhqDcAtJYWmnTifQ3AfVGOBDyZL4Syc8LXDKNvAhtXdWR0eHnJPRxEy5YKwBVv4IbQrsVA-FIhyphenhyphenFjRkfuUZ0-zbG2rSpgDB6r2MXOJFOG15nVK8usTNANQ4tfBu3lC5VeGQCKpjXd__v/s320/IMG_20180422_155152.jpg)
En definitiva, es una experiencia que recomendamos completamente pero hay que aprovecharla porque cuando ya te das cuenta, se está acabando. Si tenéis la oportunidad de hacer las prácticas en el extranjero, aunque no sea exactamente aquí, hay que lanzarse. Lo que vais a aprender (aparte de poner en práctica lo que habéis estudiado) no se puede aprender si os quedáis haciendo prácticas cerca de casa, y con esto y un bizcocho... Fran y Dani
No hay comentarios:
Publicar un comentario