Desde el momento en que llegué a Salerno, tuve claro que había elegido el destino ideal para mi Erasmus. El clima es estupendo, con días soleados y temperaturas muy agradables que invitan a disfrutar al máximo de la ciudad. Además, la ubicación de Salerno es perfecta para explorar la impresionante Costa Amalfitana, con sus pueblos que parecen sacados de una postal y unos paisajes que te dejan sin aliento.
Mis Prácticas Erasmus:
Mis prácticas las realicé en Studio di Ingegneria Integrata Garofalo & Partners.
Sinceramente, fue una oportunidad increíble para aplicar los conocimientos adquiridos en
clase y desarrollar nuevas habilidades en un entorno internacional y profesional.
Al principio, la barrera del idioma fue un pequeño reto, pero poco a poco fui adaptándome
al italiano, tanto en el ámbito profesional como en el día a día. Mis compañeros de trabajo
fueron muy amables y pacientes, siempre dispuestos a ayudarme.
Aprendí muchísimo
sobre temas de programación y entornos profesionales y tuve la oportunidad de realizar un
proyecto que podría ser utilizado en un futuro en esta empresa.
Lo que más valoro de mis prácticas es la perspectiva internacional que me ofrecieron.
Trabajar con personas de diferentes culturas me enseñó a adaptarme, a ser más flexible y a
comunicarse de manera efectiva en un entorno multicultural. Sin duda, esta experiencia ha
enriquecido mi currículum y me ha dado una visión más amplia del mundo laboral.
La Vida en Salerno:
Pero el Erasmus es mucho más que el estudio o el trabajo; es una experiencia de vida
completa. Salerno es una ciudad vibrante y con un encanto especial. Me encantaba pasear
por el Lungomare, su paseo marítimo, especialmente al atardecer, cuando el cielo se tiñe de
colores espectaculares.
La gastronomía italiana es, por supuesto, uno de los grandes atractivos. La pizza, la pasta,
el helado... todo es buenísimo. Descubrí pequeños restaurantes locales donde la comida
era casera y el ambiente, muy auténtico.
Los fines de semana eran para explorar. La cercanía a la Costa Amalfitana es un regalo.
Pude visitar Positano, Amalfi y Ravello, con sus casas de colores colgando de los
acantilados y sus vistas impresionantes. También realicé excursiones a lugares históricos
como Pompeya y el Vesubio, sitios que te transportan en el tiempo.
Lecciones y Recuerdos de mi Erasmus
Mi Erasmus en Salerno fue mucho más que un intercambio académico; fue una
experiencia transformadora. Me enseñó a ser más independiente, a salir de mi zona de
confort y a abrazar lo desconocido. Hice amigos de todas partes del mundo, con quienes
compartí risas, aventuras y momentos inolvidables. Aprendí a valorar la diversidad cultural y
a apreciar las pequeñas cosas de la vida.
Si están pensando en realizar su Erasmus en Salerno, les aseguro que es una ciudad que
ofrece la combinación perfecta de oportunidades académicas y una calidad de vida
excepcional. Prepárense para vivir una aventura que les marcará para siempre.
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