Manuel, estudiante de Grado Medio de SMR
Mi experiencia en Ponzań ha sido, desde luego, muy agradable y ciertamente extravagante.
Llegué a la ciudad el día 12 de marzo, tras un largo viaje junto a mi madre, caímos muertos en la cama del albergue en el que nos alojamos. Al día siguiente, sin embargo, comenzamos a explorar...
Me quedé enamorado del castillo imperial, tanto por fuera como por dentro. La catedral, pero ésta solo la vi por fuera. Igual de impresionante, y por último, de este pequeño “top 3” del extenso catálogo de la arquitectura de Poznan, el hermoso parque Cytadela.

Diego, estudiante de GS de ASIR
Soy Diego Gonzáles y he estado en Polonia.
En cuanto a las prácticas, he aprendido mucho sobre
como va el mundillo de administración de sistemas informáticos ya que todos los
días surge alguna reparación en algún lugar de la ciudad y gracias a la empresa
en la que estoy me están enseñando a cómo gestionar esos problemas que ocurren.
Por ejemplo, he aprendido a como se tiene que instalar y configurar un
ordenador en la vida real, como hacer un duplicado de un disco duro de alguna tienda y cosas del estilo.
Sobre la gente que conoces aquí, son todos increíbles, con
muy buen rollo tanto que yo no quería volver a España solo por ellos jajaja.
Además de esto, este país esta muy bien para viajar ya que
al estar en el medio de Europa todos los destinos son más baratos y la ciudad
es muy bonita.
Claudia, estudiante de GS de ASIR
Cuando llegué, la verdad es que al principio no fue fácil.
En la empresa donde hago las prácticas éramos sólo unas 8 personas, todas mayores, y nadie hablaba inglés, así que los primeros días fueron un poco de aquella manera. No me comunicaban gran cosa y me sentía bastante fuera de lugar. Menos mal que tenía un tutor de prácticas que sí hablaba algo de inglés y siempre hizo lo posible por hacerme sentir cómoda.
Poco a poco, empezaron a darme más tareas, y acabé desarrollando una página web para la empresa.
Les ha ido gustando lo que hacía, me han ido pidiendo cambios y añadiendo funciones nuevas, así que he podido aplicar mucho de lo que aprendí en clase.
Al final, el trabajo ha acabado siendo interesante y me ha servido mucho profesionalmente.
Pero como Erasmus no es solo trabajo lo mejor ha sido la gente. Hemos conocido a un montón de españoles (¡clave para sobrevivir!) y gracias a ellos la experiencia ha merecido totalmente la pena.
Hacemos planes, viajes, quedadas, y siempre hay algo que hacer. Son solo tres meses, pero muy intensos y especiales.
También hay que decir que hacer prácticas no es lo mismo que estudiar aquí. Los que están de Erasmus en la uni tienen más libertad: no madrugan, tienen horarios flexibles... Nosotros tenemos que estar a las 8:00 en la empresa, y eso se nota. Pero aun así, hay tiempo para todo. Hay que organizarse un poco mejor, pero se puede salir, viajar, y disfrutar igual.
En resumen, aunque Poznań y Polonia al principio no me llamaban nada, ahora puedo decir que me han encantado. Es una ciudad perfecta para Erasmus, con mucho ambiente, gente joven por todas partes y una experiencia que no se olvida. A cualquiera que se lo esté pensando: que se lance. No se va a arrepentir. ¡Nos llevamos amigos, recuerdos y muchas historias!
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